argumento ad hóminem - meaning and definition. What is argumento ad hóminem
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What (who) is argumento ad hóminem - definition


Argumento ad ignorantiam         
En lógica, un argumento ad ignorantiam o argumentum ad ignorantiam, también conocido como llamada a la ignorancia, es una falacia informal que consiste en defender una proposición, argumentando que no existe prueba de lo contrario, diciendo la incapacidad de un oponente a presentar pruebas convincentes de lo contrario. Quienes argumentan de esta manera no basan su argumento en el conocimiento, sino en la falta del mismo, es decir, en la ignorancia.
magister dixit         
TIPO DE FALACIA
Recurso a la autoridad; Ad verecundiam; Argumentum ad verecundiam; Magister dixit; Falacia de autoridad; Falacia ad verecundiam; Argumento de autoridad
magister dixit (pronunc. [maguíster díxit]) Frase latina que significa "lo ha dicho el maestro", con la que en las controversias escolásticas se ponía fin a la discusión sobre un punto tenido por irrebatible por constituir la opinión de persona con autoridad reconocida. Hoy se usa irónicamente con el mismo significado que "lo dijo Blas, punto redondo". *Suficiencia.
Argumento ad verecundiam         
TIPO DE FALACIA
Recurso a la autoridad; Ad verecundiam; Argumentum ad verecundiam; Magister dixit; Falacia de autoridad; Falacia ad verecundiam; Argumento de autoridad
Un argumentum ad verecundiam, argumento de autoridad o magister dixit es una forma de falacia. Consiste en defender algo como verdadero porque quien es citado en el argumento tiene autoridad en la materia.

Wikipedia

Argumento ad hominem

En lógica se conoce como argumento ad hominem (del latín ‘contra el hombre’)[1]​ a un tipo de falacia informal (argumento que, por su contenido o contexto, no está capacitado para sostener una tesis) que consiste en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién es el emisor de esta.[2]​ Para utilizar esta falacia se intenta desacreditar a la persona que defiende una postura señalando una característica o creencia impopular de esa persona, en vez de criticar el contenido del argumento que defiende la postura contraria.[3]

Una falacia ad hominem tiene la estructura siguiente:

  • A afirma B;
  • hay algo cuestionable (o que se pretende cuestionar) acerca de A;
  • por tanto, B es cuestionable.

Al denunciar este tipo de falacia, no se debe caer en el error de pensar que por existir un argumento ad hominem la afirmación de B sería verdadera (esto es también una falacia conocida como argumento ad logicam). El hecho de que alguien desacredite al orador no prueba nada acerca de la falsedad o veracidad de lo que este diga.

El hecho de insultar a una persona dentro de un discurso —de otro modo racional— no constituye necesariamente una falacia ad hominem. La falacia se comete al limitarse a desacreditar a la persona que está ofreciendo la afirmación, para luego no criticar el contenido de la afirmación.

Una falacia ad hominem es una de las falacias lógicas más conocidas. Tanto la falacia en sí misma como la acusación de haberse servido de ella (argumento ad logicam) se utilizan como recursos en discursos reales. Como una técnica retórica, es poderosa y se usa a menudo —a pesar de su falta de sutileza— para convencer a quienes se mueven más por sentimientos y por costumbres acomodaticias que por razones lógicas. Se atacan, así, no los argumentos propiamente dichos, sino a la persona que los produce y, más concretamente, su origen, raza, educación, riqueza, pobreza, estatus social, pasado, moral, familia, etcétera.

Por ejemplo:

Diálogo entre dos personas

  • A: «El Estado no está garantizando las necesidades básicas de todos los individuos».
  • B: «Usted nunca tuvo necesidades, no puede hablar sobre lo que hace el Estado».

En este caso B atacó la moral de A, pero no dijo nada sobre las necesidades básicas. Se dice entonces que el argumento usado por B es una falacia, porque no prueba falsedad, sino que intenta generar la sensación de falsedad.

Ejemplo 2:

  • A: «Los triángulos tienen cuatro lados».
  • B: «Usted nunca estudió geometría. No tiene razón en lo que dice».

Efectivamente la proposición de A es falsa, pero no porque no haya estudiado geometría, sino porque el triángulo tiene tres lados.